Tortugas Marinas Sea turtles


Tortugas Marinas 



Las tortugas Marinas son creaturas que habitan los mares y océanos y regresan a la playa exclusivamente para depositar sus huevos.
La tortuga Laúd, conocida también con los nombres comunes de; Baula, Canal, o Tinglar (Dermochelys coriacea) es la mayor de todas las tortugas vivientes, alcanzando una longitud de 2 metros y un peso de más de 600 kilos. Un individuo macho llegó a pesar 916 kilos, aunque las tortugas de este tamaño son raras. Se encuentra en todos los mares tropicales o subtropicales y es la única especie dentro de la familia Dermochelyidae.
Esta especie tiene multitud de características únicas que la distinguen en buena medida de otras tortugas marinas. Su tasa metabólica es aproximadamente 3 veces mayor de lo esperado en un reptil de su tamaño, lo que, unido a sus intercambiadores de calor contra corriente y su gran tamaño, permite mantener una temperatura corporal de hasta 18 °C sobre el agua circundante. Algunos científicos incluso opinan que la tortuga laúd tiene alguna capacidad para generar su propio calor corporal, como un mamífero, a pesar de que los reptiles son ectotermos o de "sangre fría", por lo que dependen de la temperatura externa para regular la suya propia. Sin embargo, también puede considerarse a esta especie como gigantoterma.

Características físicas


















La tortuga laúd es la mayor de todas las tortugas actuales y muy diferente del resto, tanto en su apariencia como en su fisiología. Posee un caparazón liso y oscuro, con crestas que lo recorren desde la cabeza hasta la cola. Esta concha no está formada por escudos óseos, sino que está hecha de tejido conectivo blando (de ahí el nombre de tortuga de cuero que se le da a veces). En el caparazón no se observa el peto ni el afilado borde lateral, solo una suave curva que da una apariencia semicilíndrica al animal. Esta forma, que recuerda vagamente al instrumento musical, es la que le ha dado el nombre de tortuga laúd.













Las aletas delanteras de la tortuga laúd son mucho más largas que en todas las demás tortugas, tanto proporcionalmente como en tamaño bruto. En los individuos adultos, la distancia de punta a punta puede ser de hasta 270 centímetros.
El pico ha desarrollado una forma de gancho para ayudar a la tortuga laúd a morder medusas y su garganta tiene barbas apuntando hacia dentro que le ayudan a tragárselas.

Dieta
Las tortugas laúd subsisten gracias a una dieta de medusas. Debido a la naturaleza transparente de sus presas, las tortugas laúd a menudo se asfixian comiendo trozos de plástico a la deriva. Se han encontrado ejemplares muertos con bolsas de plástico, piezas de plástico duro e hilo de pescar en el estomago.

Apareamiento
Las tortugas laúd se aparean en el mar. Los machos nunca abandonan el agua una vez que entran en ella como crías. Las hembras se aparean cada tres o cuatro años, volviendo a las playas donde ellas mismas nacieron para depositar sus huevos. Una hembra puede dejar hasta cien huevos en cada deposición. El intervalo entre una puesta y la siguiente es de unos nueve días. El primer apareamiento se produce después de que la tortuga haya cumplido diez años.
Después de encontrar una hembra (que posiblemente exuda una feromona para mostrar su disponibilidad reproductiva) la tortuga laúd macho usa movimientos de la cabeza, toques con el hocico, mordiscos o movimientos de las aletas para determinar su receptividad. Las tortugas marinas se encuentran a menudo con dificultades y a veces incluso peligrosas maniobras cuando intentan reproducirse. El macho tiene que montar la hembra desde detrás y subirse encima con el fin de poder copular, pero a veces los caparazones obstruyen este proceso. El apareamiento puede también volverse peligroso cuando el macho está tan desesperado por conseguir aparearse que pasa demasiado tiempo bajo el agua, y tras el encuentro con la hembra, hasta otra hora sin tomar aire. La fertilización es interna, y es normal que varios machos se apareen con una sola hembra. Este comportamiento puede haber evolucionado para asegurarse contra la infertilidad masculina, eliminando el exceso de esperma de baja calidad y permitiendo a la hembra seleccionar el mejor, además de incrementar la variabilidad genética de la descendencia. Sin embargo, los estudios han demostrado que la poliandria en las tortugas marinas en realidad reduce el éxito de la fertilización.
La división de la célula comienza unas horas después de la fertilización, pero el desarrollo es suspendido durante la etapa de gastrula para mover y envolver las células embrionarias hasta que los huevos son depositados. El desarrollo se reanuda pronto, pero los embriones siguen siendo extremadamente susceptibles de morir en sus nidos por movimiento del huevo hasta que las membranas se desarrollan completamente durante los primeros 20-25 días de incubación, cuando la diferenciación estructural de cuerpo y órganos (organogenesis) prosigue.




Rastro de la Baula en su viaje de regreso al mar.

























Excavación.




















Desove.





























Las playas de anidación deben estar cubiertas de arena blanda y tener una zona de agua costera poco profunda. Esto se debe a que sus blandas conchas se dañan fácilmente con las rocas duras. Esto es una fuente de vulnerabilidad para las tortugas debido a que estas playas son susceptibles de erosionarse. Las hembras excavan un nido sobre la línea de la marea alta con sus aletas y sólo hacen las deposiciones por la noche puesto que el calor del día aumenta la temperatura corporal que deben mantener por encima de su límite y puede resultarles peligroso. Entonces comienzan a depositar sus huevos, produciendo unos 110 de los cuales 70 son más largos y fértiles, y los 40 restantes más pequeños y estériles. Estos 40 huevos restantes sirven al resto como amortiguadores y protección y son depositados con ese único propósito siendo la única especie de tortuga que hace esto. Las hembras cubren cuidadosamente el nido, asegurándose de camuflarlo frente a los depredadores con una capa de arena.
Los huevos se incuban durante 60 días. Al igual que otros reptiles, la temperatura ambiente del nido determina el sexo de las crías.


Recién nacida




















Los huevos se abren mientras continúan bajo la arena y todas juntas como uno sólo, después del anochecer, las crías cavan su camino hacia la superficie y siguen su marca hasta el mar. Una vez que las crías alcanzan el océano no vuelven a verse normalmente hasta llegar a la madurez. Muy pocas de ellas sobreviven a este misterioso periodo para convertirse en adultos. Muchas son devoradas por aves e incluso otros reptiles antes de que tengan la oportunidad de sumergirse en el agua. Cuando las luces de las ciudades son visibles desde la zona de anidación, las crías de tortuga laúd son atraídas por las luces y se alejan del mar. Muchas de estas crías son atropelladas por el tráfico rodado o perecen de otras formas.

Las tortugas laúd  anidan febrero y agosto según las zonas, siendo sus playas preferidas las de la desembocadura del río Marowijne en Guyana, Bigi Santi (Surinam),Isla de Culebra (Puerto Rico), Yalimapo (Guyana Francesa), Terenganú (Malasia), Mexiquillo en México  en Costa Rica desde la frontera con Panamá hasta la frontera con Nicaragua, concentrándose en Tortuguero y Gandoca. Así como playa Grande en el pacifico de Costa Rica. En Terenganú se reduce cada año debido a la presión humana, hasta el punto de que ha habido temporadas en que no se han visto llegar tortugas laúd a Malasia, a pesar de ser históricamente la zona asiática más frecuentada por estos animales.
Distribución y hábitat
Las tortugas laúd viven en casi todos los océanos del mundo, aventurándose mucho más al norte o sur que otras tortugas marinas gracias a su peculiar sistema de regulación de la temperatura corporal.
En los meses de verano, las tortugas laúd son más comunes en la zona que va desde el Golfo de Maine al norte hasta Florida en el sur. Han sido observadas también al norte del Golfo de San Lorenzo, en Canadá. Las tortugas laúd del Océano Pacífico son más vistas a menudo en las islas Hawaii, donde se sabe que se congregan al norte del archipiélago. Cuando se aproxima el invierno se dirigen al sur, al Mar Caribe y las zonas costeras de Centro y Sur América y África, donde se encuentran con las tortugas procedentes de Europa. En este último lugar, gracias a la Corriente del Golfo, se aventuran aún más al norte durante los meses veraniegos, y han llegado a ser vistas de forma esporádica frente a las costas de Noruega y en el Mar Báltico. Las poblaciones del este de Asia emigran hacia las costas de Indonesia y Australia y el Océano Índico. Gracias a recapturas, se conoce que esta especie de tortuga realiza migraciones transoceánicas, por ejemplo individuos marcados en Gabón, África, han sido recapturados en aguas del océano Atlántico sudoccidental.
Las tortugas prefieren aguas profundas pero se agrupan más a menudo cuando arriban a tierra. En el verano son vistas frecuentemente tomando el sol cerca de la superficie, particularmente en el estuario de Long Island, donde han sido heridas a veces al colisionar con las hélices de los barcos.
Amenazas y Conservación
La tortuga laúd ha sido clasificada como en peligro a lo largo de toda su distribución desde 1970. Se le ha incluido también en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Esto hace que sea ilegal herir o matar las tortugas.
Las tortugas laúd adultas son grandes animales, no particularmente vulnerables a los depredadores. Los huevos y las crías recién nacidas, en cambio, son las que corren más peligro de todas. Aves, perros y otros depredadores oportunistas han sido vistos excavando nidos y consumiendo huevos. Las crías son también vulnerables en el trayecto desde el nido hasta el mar. Una vez que entran en el agua se convierten en presas de muchos nuevos depredadores y muy pocas sobreviven hasta la edad adulta.
La actividad humana amenaza a las tortugas laúd de muchas maneras. Creyéndolos olvidados, los huevos son recogidos por la gente en Puerto Rico, las islas circundantes y probablemente en otros lugares. La remodelación de las playas puede perturbar o destruir el particular tipo de hábitat que las tortugas de cuero necesitan para anidar, y las luces del progreso pueden causar que las crías se alejen del mar en lugar de ir hacia él. El uso humano de las playas puede destruir nidos y puestas o enterrar huevos a demasiada profundidad para que las crías puedan emerger. Finalmente, los humanos pueden dañar a las hembras nidificantes movidos por la curiosidad.
Mientras los adultos están en el mar sus mayores amenazas proceden por completo de los humanos. Las ingestiones de plásticos, caucho, alquitrán, aceite de motor y otros productos sintéticos pueden matar una tortuga laúd adulta o dañarla seriamente. Muchas han sido heridas por colisiones con embarcaciones, especialmente en aguas poco profundas. El equipo asociado a la pesca comercial, incluidos hilos, redes, cuerdas y cables pueden enredarse en las tortugas adultas y ahogarlas. A pesar de que los "Dispositivos de Exclusión de Tortugas" son obligatorios para las redes, a menudo fallan cuando se trata de permitir que un animal del tamaño de una tortuga laúd adulta escape de ellas. El NOAA estima que alrededor de 640 tortugas laúd adultas son muertas cada año por las empresas de pesca comercial.
Las redes son puestas deliberadamente para capturar otras especies de tortugas marinas en algunas áreas de Puerto Rico. A pesar de que no están pensadas para las tortugas laúd, algunas son capturadas ocasionalmente. Esta práctica es ilegal, pero sigue realizándose. En Nueva Guinea, las tortugas laúd se cazan regularmente como alimento.
Pero hay esperanzas en muchos lugares organizaciones locales y gobiernos han iniciado programas de concienticiacion, educación y proyectos de protección y conservación, involucrando a comunidades costeras y creando una cultura de conservación de los recursos naturales.

Estado de conservación



En peligro critico de extinción



Sea Turtles

                                                                                                                                       Marine turtles are creatures that inhabit the seas and oceans and return to the beach to lay their eggs exclusively.
The Leatherback turtle, also known by the common names, Leatherback, Channel, or Leatherback (Dermochelys coriacea) is the largest of all living turtles, reaching a length of 2 meters and weighing over 600 kilos. A male individual weighed 916 kilos, but the turtles of this size are rare. Found in all tropical and subtropical seas and is the only species within the family Dermochelyidae.
This species has many unique features that distinguish largely on other sea turtles. Your metabolic rate is about 3 times higher than expected in a reptile of its size, which, together with its counter-current heat exchangers and large size allows to maintain a body temperature of up to 18 ° C above the surrounding water. Some scientists even believe that the leatherback has some ability to generate their own body heat, as a mammal, although reptiles are ectotherms or "cold blood", so they depend on the external temperature to regulate their own . However, we also can consider this species as gigantoterma.

The leatherback is the largest of all sea current and very different from the rest, both in appearance and in their physiology. It has a smooth shell and dark, with ridges that run from head to tail. This shell is composed of bony scutes, but is made of soft connective tissue (hence the name turtle leather is given at times). In the shell is not observed the breastplate or sharpening side edge, just a gentle curve that gives a semi-cylindrical appearance to the animal. This way, vaguely reminiscent of the musical instrument, is what has given the name of leatherback turtles.

The front flippers of leatherbacks are much longer than in all other turtles, both proportionately and in gross size. In adult individuals, the distance from end to end may be up to 270 centimeters.
The peak has developed a way to hook to help the leatherback turtle and jellyfish bite your throat is inward pointing barbs that help you swallow them.
Diet
Leatherbacks subsist on a diet of jellyfish. Due to the transparent nature of their prey, leatherbacks often suffocate eating pieces of plastic drift. Specimens have been found dead with plastic bags, pieces of hard plastic and fishing line in the stomach.
Mating
Leatherbacks mate at sea. Males never leave the water once they enter it as hatchlings. Females mate every three or four years, returning to the beaches where they were born to lay their eggs. A female may leave up to one hundred eggs in each deposition. The interval between a start and the next is about nine days. The first mating occurs after the turtle has completed ten years.
After encountering a female (who possibly exudes a pheromone to show their availability reproductive) the leatherback male uses head movements, touches with its snout, biting or movements of the fins to determine their responsiveness. Sea turtles are often difficult and sometimes dangerous maneuvers when trying to reproduce. The male has to mount the female from behind and getting on top in order to copulate, but sometimes the shells obstruct this process. Mating can also become dangerous when the male is so desperate for that mate spends too much time under water, and after the encounter with the female, until another time without breathing. Fertilization is internal, and it is normal that several males mate with one female. This behavior may have evolved to insure against male infertility, removing excess low-quality sperm and allowing the female to select the best, and increase the genetic variability of offspring. However, studies have shown that polyandry in marine turtles actually reduces fertilization success.
Cell division begins a few hours after fertilization, but development is suspended during the gastrula stage to move and wrap embryonic cells until the eggs are deposited. The development will resume soon, but the embryos remain extremely susceptible to die in their nests by movement of the egg until the membranes are fully developed during the first 20-25 days of incubation, when the structural differentiation of body and organs (organogenesis) continues.



Nesting beaches are covered with soft sand and having an area of ​​shallow coastal water. This is due to their soft shells are easily damaged by the hard rock. This is a source of vulnerability for the turtles because these beaches are likely to erode. Females dig a nest on the high tide line with their fins and only make the stools at night because the heat of the day increases the body temperature to be maintained above the limit and it may be dangerous. Then begin to lay eggs, producing about 110 of which 70 are longer and fertile, and the remaining 40 smaller and sterile. These 40 remaining eggs to serve as buffers and other protection and are deposited with the sole purpose being the only species of turtle that does this. The female covers the nest carefully, making sure to camouflage from predators with a layer of sand.

The eggs are incubated for 60 days. Like other reptiles, the temperature of the nest determines the sex of the offspring.



The eggs hatch while still under the sand and all together as one, after dark, hatchlings dig their way to the surface and continue their brand to the sea. Once the hatchlings reach the ocean would not normally be seen again until they reach maturity. Very few of them survive this mysterious period to become adults. Many are eaten by birds and even other reptiles before they have the opportunity to dive into the water. When the city lights are visible from the nesting area, leatherback hatchlings are attracted by the lights and away from the sea. Many of these calves are run over by traffic or die in other ways.

Leatherbacks nest in February and August depending on the area, and its preferred beaches of the river mouth Marowijne in Guyana, Bigi Santi (Surinam), Isla de Culebra (Puerto Rico), Yalimapo (French Guyana), Terenganú (Malaysia) Mexiquillo in Mexico in Costa Rica from the Panama border to the border with Nicaragua, focusing on Tortuguero and Gandoca. Playa Grande and the Pacific of Costa Rica. In Terenganú decreases each year due to human pressure, to the extent that there have been times when they have not been leatherbacks come to Malaysia, despite being historically the Asian area most frequented by these animals.
Distribution and habitat
Leatherbacks live in almost all oceans of the world, venturing farther north or south than other sea turtles because of their peculiar system of regulating body temperature.
In the summer, leatherbacks are more common in the area from the Gulf of Maine north to Florida in the south. Have been observed also in the northern Gulf of St. Lawrence, Canada. The Pacific leatherbacks are more often seen in the Hawaiian Islands, which are known to congregate in the north of the archipelago. When winter approaches heading south, the Caribbean Sea and the coastal areas of Central and South America and Africa, where the turtles are from Europe. In this last, thanks to the Gulf Stream, they venture further north during the summer months, and have come to be seen sporadically off the coast of Norway and the Baltic Sea. The populations of East Asia migrate to the coasts of Indonesia and Australia and the Indian Ocean. Thanks to recapture, it is known that this species of turtle performs transoceanic migrations, such individuals tagged in Gabon, Africa, have been recaptured in south-western Atlantic Ocean.
The turtles prefer deep water but are grouped more often when they arrive at Earth. In the summer are often seen basking near the surface, particularly in the estuary of Long Island, where they have been injured after colliding sometimes with boat propellers.
Threats and Conservation
The leatherback turtle has been classified as endangered throughout its distribution since 1970. You will be also included in the Convention on International Trade in Endangered Species (CITES). This makes it illegal to injure or kill the turtles.
The adult leatherback turtles are large animals, not particularly vulnerable to predators. The eggs and hatchlings, however, are most at risk of all. Birds, dogs and other opportunistic predators have been seen digging nests and eating eggs. The young are also vulnerable in the way from the nest to the sea. Once you enter the water are prey to many new predators and very few survive to adulthood.
Human activity threatens the leatherback turtles in many ways. Believing them to be forgotten, eggs are collected by people in Puerto Rico, the surrounding islands and probably elsewhere. The remodeling of the beaches can disrupt or destroy the particular type of habitat needed turtles nesting leather, and the lights of progress can cause hatchlings to move away from the sea instead of toward it. Human use of beaches can destroy nests and eggs laid or buried too deep for the hatchlings to emerge. Finally, humans can harm nesting females out of curiosity.
While adults are at sea its greatest threat comes from humans altogether. The intakes of plastics, rubber, tar, motor oil and other synthetic products can kill an adult Leatherback or damage seriously. Many have been injured by collisions with boats, especially in shallow water. The equipment associated with commercial fishing, including wires, nets, ropes and cables can entangle and drown adult turtles. Although the "Turtle Exclusion Devices" are required for networks, often fail when it comes to allowing an animal the size of an adult leatherback turtle escape from them. NOAA estimates that about 640 adult leatherback turtles are killed each year by commercial fishing companies.
The networks are set deliberately to catch other species of sea turtles in some areas of Puerto Rico. Although not intended for leatherback turtles, some are occasionally caught. This practice is illegal, but is ongoing. In New Guinea, leatherbacks are hunted as food regularly.
But there is hope in many places local organizations and governments have initiated programs concienticiacion, education and protection and conservation projects involving coastal communities and creating a culture of conservation of natural resources.




Condition

In critically endangered